Si no se cumplen estas demandas, las campeonas no regresarían a la selección

Un total de 39 jugadoras, incluyendo a 21 campeonas del mundo, a excepción de Athenea del Castillo y Claudia Zornoza, han emitido un comunicado en el que detallan sus demandas para regresar a la selección española femenina. Esta declaración, enviada a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), llega en el contexto de la próxima convocatoria para los partidos de la Nations League contra Suecia y Suiza programados para el 22 y 26 de septiembre respectivamente. La decisión de no unirse a la selección en estos encuentros también ha sido respaldada por las 12 futbolistas que formaban parte del grupo conocido como 'Las 15' y que no participaron en la última Copa del Mundo, elevando así el número total de jugadoras que respaldan esta postura a 41.

La razón principal detrás de su negativa a regresar es la percepción de que los cambios realizados en la RFEF, tras la salida de Luis Rubiales y Jorge Vilda, no son suficientes para garantizar un ambiente seguro y respetuoso para las jugadoras. Las demandas que han hecho públicas incluyen:

Reestructuración del organigrama del fútbol femenino, reestructuración del gabinete de la presidencia y Secretaría general, dimisión del presidente de la RFEF, reestructuración del área de comunicación y marketing, reestructuración de la dirección de integridad.

El comunicado subraya el "enorme descontento" de las jugadoras con los eventos posteriores a la final del Mundial y la asamblea de la RFEF. Afirman que estos problemas "no son algo puntual y van más allá de lo deportivo". Durante las últimas semanas, han mantenido reuniones con la Federación para explicar la necesidad de cambios que consideran fundamentales para su desarrollo profesional.

¿Por qué exigen más cambios?

Las jugadoras insisten en la "tolerancia cero" hacia aquellos dentro de la RFEF que hayan respaldado actitudes contrarias a la dignidad de las mujeres y piden "cambios contundentes en los puestos de liderazgo de la RFEF". A pesar de los cambios realizados hasta el momento en la RFEF, las jugadoras argumentan que no se sienten en un ambiente seguro que respete a las mujeres y al fútbol femenino en su máxima expresión.