Ya es un cliente, Mourinho fue fiel a su estilo y ahora afronta su nuevo castigo

Hoy en día el fútbol ha cambiado demasiado, por un lado se puede decir que es más profesional y mucho más un deporte de alto rendimiento que aumentan la competencia en todas sus formas, pero por otro lado se ha vuelto más regulatorio y estricto.

Tanto es así que ahora es común ver a los jugadores taparse la boca cuando las cámaras pasan delante de ellos y es que no quieren recibir multas por algo tan simple y en lo que ahora Mourinho, ganador de prácticamente todo tiene que verse metido.

El entrenador de la Roma siempre ha sido muy suelto a la hora de decir lo que piensa y ahora deberá pagar las consecuencias de haber dicho que el árbitro Daniele Chiffi era el peor silbante que había visto en su vida el pasado 3 de mayo en un juego entre el Monza y el Roma, además que su equipo no tiene la fuerza de otros clubes de Italia para rechazar árbitros.

Este comentario hizo enardecer ala federación italiana, quienes lo ha inhabilitado del torneo Italiano los primeros 10 días del certamen y además deberá pagar una multa de 50.000 euros para que se piense dos veces lo que va a decir antes de criticar a la federación italiana.

El consentido de las sanciones

Mou se ha vuelto ya todo un clientazo de las sanciones, pues apenas hace unos días se confirmó la sanción que recibió luego de su comportamiento tras perder la final de la Liga de Europa, en donde "solamente" se llevó 4 partidos de suspensión en competencias internacionales.