Ilkay Gündogan ya tiene antecedentes de reclamarle a sus compañeros más actitud en un partido

La figura del fútbol, Ilkay Gündogan, ha demostrado ser un líder no solo en el campo, sino también en el vestuario a lo largo de su carrera. En su última parada en el FC Barcelona, el ex capitán del Manchester City no ha dudado en expresar su descontento con la actitud del equipo tras la derrota en el Clásico ante el Real Madrid.

Gündogan, que desempeñó un papel fundamental en el histórico triunfo del Manchester City en la UEFA Champions League la temporada pasada, llegó al Barcelona como parte de un esfuerzo por devolver al club catalán a la cima del fútbol europeo. Sin embargo, después de una decepcionante derrota en el Clásico como local, expresó su desencanto con lo que percibió como una actitud demasiado conformista en el vestuario.

Al concluir el partido ante el Real Madrid, en el que el Barcelona perdió por 1-2, Gündogan compartió su perspectiva con los medios de comunicación. El mediocampista alemán se mostró sincero y expresó su deseo de ver más enojo y frustración en el vestuario después de una derrota de tal magnitud. Afirmó que era necesario mostrar más emociones cuando el equipo no alcanza su máximo rendimiento, y señaló que esto también se refleja en el rendimiento en el campo.

Gündogan dejó en claro que no vino al Barcelona para perder partidos de esta magnitud y permitir que se abran brechas en la clasificación de La Liga. Como un jugador experimentado, asumió su responsabilidad en evitar que el equipo atraviese situaciones como esta.

¿Qué antecedentes tiene el volante?

Este no es el primer caso en el que Gündogan ha sido vocal acerca de su equipo. A lo largo de su carrera, ha expresado sus opiniones en momentos clave, como la falta de actitud y compromiso en el Manchester City tras una sorprendente derrota en la Copa Carabao en enero de 2023. La franqueza de Gündogan también se ha manifestado en el ámbito internacional. Después de una derrota abrumadora de la selección alemana ante Japón, el centrocampista afirmó que Alemania simplemente no era lo suficientemente buena y que era necesario afrontar esa realidad.